miércoles, 30 de julio de 2014

La sirena 5

Su corazón se detuvó como si algo pesado cayese sobre el.
-¿Qué estás mirando?- rugió la extraña gritando de repente- Ya te he dicho lo que tenías que saber. Ahora debes irte. 
Cuando se giró dispuesta a marcharse por donde había venido, la otra sirena añadió con tono amenazante:
-Espero que no seas descubierta por ningún humano.
Asintió brevemente pero sin demostrar ninguna seguridad. 
Salió apartando las algas a base de frenéticos manotazos, ansiosa por volver a mar abierto para poder pensar con mayor claridad. Siguió nadando hasta perder de vista el puente y se deslizó entre las aguas del Pacífico buscando la respuesta a aquello que podría cambiar su vida para siempre. De pronto sintió como una figura grande y oscura se movía a su espalda.









domingo, 27 de julio de 2014

Angel de la guarda 3

 -Eso estuvo completamente justificado- argumento apartándome el pelo de la cara
 y colocándolo detrás de mi oreja. Cruzo y descruzo los brazos nerviosa, dándome cuenta de que no he debido ser tan discreta como creía.
-No según quien me envió aquí, aunque lleve mucho contigo.       
-¿Cómo que llevas mucho conmigo?
- El día que tu naciste yo morí en el incendio del edificio en el que trabajaba como becario. Desde entonces estoy obligado a protegerte de todo aquello que puedas dañarte, pero teniendo en cuenta que a lo que más puede perjudicarte eres tú misma ahora me veo obligado a mostrarme ante ti y a hacer que me escuches.
-Está bien, estupenda broma, ahora vas a tener que irte- señalo la puerta sacudiendo la cabeza, balbuceando un poco, y pestañeando más de lo normal (tic que siempre tengo cuando estoy intranquila).
-Oh, por favor esto es irritante para mi también. Me toca mucho las narices que una chica como tú joven, mona, inteligente y que lo tiene todo intentando quitarse lo que a mi me arrebataron a la misma edad en la que lo perdí yo todo. ¿Quieres pruebas de que no miento? Vale. Cuando tenías siete años te caiste de la bici, te asustaste tanto que pensaste que te habías hecho un esguince, llamaste a tu prima para  contarselo pero el médico te dijo que no era nada te dio vergüenza y en la navidad siguiente fuiste con una venda en la muñeca durante toda la cena. A los catorce rompiste la lámpara de tú abuela y le echaste la culpa a tu hermano, te sentiste tan mal que en su cumpleaños le compraste aquel helicoptero teledirigido que quería pero aun así te promiteste no contarselo hasta estar en tu lecho de muerte.
Tengo los ojos como platos.



jueves, 2 de enero de 2014

La sirena 4

Estuvo nadando durante mucho tiempo. Las horas de luz casi habían terminado y por primera vez la oscuridad del océano le asustaba,¿que podía ocultarse entre esas tinieblas? Se detuvo abrumada por toparse con los gigantescos cimientos de un puente cubiertos de arriba a abajo por grandes algas negras.También el suelo estaba cubierto de algas pero verdes, como césped..Se dejó caer hacía abajo tumbándose en la suave vegetación. Sollozó. Había acabado con la vida de dos personas. Era indudablemente un monstruo,una asesina despreciable.
-Vaya alguien tiene problemas.-susurró una voz silbante- Ven aquí. Sigue mi voz, May.
Se incorporó despacio y se giró lentamente asombrada dándose cuenta de que aquel sonido procedía de una cavidad en el cemento que antes no había distinguido. Miró hacía los lados y se dirigió hacia allí nadando.
Entró en la tenebrosa gruta que era mucho más profunda de lo que parecía. Las algas cubrían las paredes de la gruta y se veía obligada a apartarlas con las manos y a moverse violentamente,Cuando llegó al final de la cueva se topó con una sirena de pelo negro, extremadamente largo y decorado con flores marinas de color azul. Su piel era pálida y era tan hermosa que no resultaba natural:
-Bueno, creo que no te han explicado todavía las normas.-dijo mientras se dirigía hacía ella dando vueltas a su alrededor con aire majestuoso.-¿Me equivoco?
Tragó saliva:
-No.
-No voy a andarme con rodeos. Desde el momento en que... ya sabes sirenita saliste del mundo de los humanos- al tiempo que decía esto movía los dedos imitando el movimiento de unas piernas andando y después el de las olas- se estableció un plazo de diez días de los cuales habrás agotado.... ¿cuantos dos? Si en el ocaso del décimo día no estás sumergida en el agua del mar volverás a ser humana, a tu antigua vida pero si no permanecerás como sirena para siempre.Opino que deberías empezar a decidirte