jueves, 2 de enero de 2014

La sirena 4

Estuvo nadando durante mucho tiempo. Las horas de luz casi habían terminado y por primera vez la oscuridad del océano le asustaba,¿que podía ocultarse entre esas tinieblas? Se detuvo abrumada por toparse con los gigantescos cimientos de un puente cubiertos de arriba a abajo por grandes algas negras.También el suelo estaba cubierto de algas pero verdes, como césped..Se dejó caer hacía abajo tumbándose en la suave vegetación. Sollozó. Había acabado con la vida de dos personas. Era indudablemente un monstruo,una asesina despreciable.
-Vaya alguien tiene problemas.-susurró una voz silbante- Ven aquí. Sigue mi voz, May.
Se incorporó despacio y se giró lentamente asombrada dándose cuenta de que aquel sonido procedía de una cavidad en el cemento que antes no había distinguido. Miró hacía los lados y se dirigió hacia allí nadando.
Entró en la tenebrosa gruta que era mucho más profunda de lo que parecía. Las algas cubrían las paredes de la gruta y se veía obligada a apartarlas con las manos y a moverse violentamente,Cuando llegó al final de la cueva se topó con una sirena de pelo negro, extremadamente largo y decorado con flores marinas de color azul. Su piel era pálida y era tan hermosa que no resultaba natural:
-Bueno, creo que no te han explicado todavía las normas.-dijo mientras se dirigía hacía ella dando vueltas a su alrededor con aire majestuoso.-¿Me equivoco?
Tragó saliva:
-No.
-No voy a andarme con rodeos. Desde el momento en que... ya sabes sirenita saliste del mundo de los humanos- al tiempo que decía esto movía los dedos imitando el movimiento de unas piernas andando y después el de las olas- se estableció un plazo de diez días de los cuales habrás agotado.... ¿cuantos dos? Si en el ocaso del décimo día no estás sumergida en el agua del mar volverás a ser humana, a tu antigua vida pero si no permanecerás como sirena para siempre.Opino que deberías empezar a decidirte
  

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