sábado, 3 de agosto de 2013

La sirena

Atando los cordones de sus gastadas deportivas se esforzó por no escuchar de que trataba aquella vez la discusión de los "viejos". Después de una dolorosa experiencia había decidido que así era mejor. Irrumpió en el salón y sus padres, como todas las noches, ignoraron su mirada impregnada de furia y tristeza . Salió e hizo crujir su cuello tratando de dejar la mente en blanco.Aquel se había convertido en su día a día y nada podía hacer que tuviera  la posibilidad de escapar de aquella asfixiante realidad que cada vez la sumía en una oscuridad más profunda e irremediable.Sus zapatos comenzaron el contacto con el asfalto mientras las luces de las farolas temblaban amenazando con averiarse por tercera vez.Su colecta rubia acariciaba sus hombros desnudos acompañando al ritmo de sus pisadas. Llevaba una ropa muy cómoda para hacer deporte y una marea de horquillas  para domar su siempre electrizada melena. Ya estaba cerca de su destino: la playa. Adoraba sentarse frente al océano y contemplar el reflejo de la luna en la espuma plateada mientras acariciaba sus tobillos. Cuando llegó tiró el calzado sintiendo el tacto de la arena en los pies y poco después se arrojó en ella a escasos centímetros del agua, dejando al fin que las lágrimas brotaran por sus mejillas. Se incorporó y desenrollo la servilleta con cautela vigilando para asegurarse de que nadie podía verla. Contenía los restos de su cena pues desde hacía ya  tiempo nunca se acababa la comida del plato.¡May se sentía tan desgraciada! En muchas ocasiones pensaba en arrojarse en brazos de la muerte en aquel mismo lugar, sumergiéndose por siempre. Miró las estrellas  y de  nuevo a la calmada superficie de las aguas sorprendiéndose al ver el busto de una chica de su edad que simplemente la miró fijamente y le tendió la mano diciendo "Tienes diez días" Sin pensarlo se desprendió de su coletero, sus  pinzas y su ropa hasta quedar en ropa interior y entro en la cálida espuma , sin preguntar porque aquella era su aventura. Aquella era su posibilidad de escapar. 

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